16/1/15

Arbitraje laboral y globalización monopolista


María Mies: “Los gobiernos, al igual que los proxenetas, ofrecen sus jóvenes mujeres al capital extranjero internacional

Alumnos del IES Álvaro Falomir: ¿Qué hay detrás de algunas transnacionales? (feb 2003): ¿Sabes por qué de un día para otro tienen la prenda que deseas? Porque utilizan el sistema “Just in time” o “ Pronto moda”, prefieren fabricar prendas en el momento de un día para otro. No quieren tener productos en stock. El problema es que las trabajadoras tienen que estar disponibles para cuando lo quiera el patrón. Dice una trabajadora: “ Cada vez que a un diseñador le da por innovar y crear, por ejemplo, un nuevo modelo de bolsillo a nosotras nos machacan."… “"El fomento de talleres clandestinos por toda la geografía gallega, así como la explotación a la que se somete a miles de trabajadores del Tercer mundo, que en muchos casos llega a términos casi esclavistas."… ¿Sabes que hay mujeres con carritos de la compra llevándose trabajo a casa? ¿Se les pagarán las horas extras?

Las técnicas de labour management y de logística de recursos humanos se están perfeccionando hasta lo indescriptible para acrecentar si cabe las inhumanas tasas de explotación que exige el capitalismo monopolista globalizado.

Arbitraje


“Arbitraje” es una palabra francesa que denota la decisión de un árbitro o tribunal. En lenguaje financiero, fue descrita por primera vez en 1704 por Mathieu de la Porte en su tratado “La science des négocians et teneurs de livres”. Los libradores de letras comparaban los lugares más rentables para emitirlas y cobrarlas, y al hacerlo los tipos de cambio tendían a igualarse.

En las finanzas, arbitraje es la práctica de aprovecharse de una diferencia de precio entre dos mercados: realizar una combinación de transacciones complementarias que capitalizan el desequilibrio de precios. La utilidad se logra a partir de la diferencia de precios de los mercados. Por medio del arbitraje financiero, los participantes en el mercado pueden lograr una utilidad instantánea libre de riesgo.

"Arbitraje" financiero es lo contrario de «especulación financiera». Los especuladores apuestan por el movimiento futuro de los precios, mientras que los "arbitrajistas" hacen dinero al detectar discrepancias entre precios en distintos lugares, comprando en el extremo barato y vendiendo en el extremo caro; discrepancias que en los mercados financieros tienden a ser mínimas y momentáneas. Los especuladores asumen riesgos mientras que los arbitrajistas tratan de no asumir riesgos. El riesgo, para el arbitrajista, radica en la posibilidad de que el precio de un activo cambie en el intermedio entre comprar y vender el activo. Cuando ambas operaciones pueden ser tramitadas simultáneamente, como en muchos de los mercados financieros globales, el lucro del arbitrajista está libre de riesgo.

Supongamos que los tipos de cambio en Londres son £5 = $10 = ¥1000, pero en Tokio son ¥1000 = $12 = £6. Un inversionista podría convertir ¥1000 a $12 en Tokio y convertir esos $12 a ¥1200 en Londres, para lograr así una utilidad de ¥200, instantánea y libre de riesgo.

El arbitraje financiero tiene el efecto de hacer que los precios de los mismos activos en mercados diferentes converjan (no que bajen). Como resultado del arbitraje, los tipos de cambio, el precio de mercancías, y el precio de instrumentos financieros, tienden a converger en todos los mercados. La velocidad con que los precios convergen, gracias al arbitraje, es una medida de la eficiencia del mercado.

Arbitraje laboral y globalización


Así pues, frente a la especulación el concepto de arbitraje resulta algo más neutral, algo positivo e incluso algo beneficioso, de ahí el concepto “arbitraje laboral” par camuflar las nuevas formas de esclavismo capitalistas del siglo XXI

Los economistas neoliberales insisten en la supuesta bondad de la globalización, que gracias al “arbitraje laboral global”, promovería un supuesta “convergencia global” de salarios/productividad como si se tratara de vasos comunicantes: los salarios bajando en los países ricos y subiendo en los países pobres.
¿El capitalismo neoliberal convertido en árbitro nivelador de los sueldos a nivel global?

Según este discurso, el “arbitraje laboral global” sería el mecanismo de igualación del precio del factor trabajo. El capitalismo se comportaría como un árbitro del fair play económico global y de la igualdad de oportunidades.


Una parte del argumento es totalmente cierta. Los bajos salarios en las zonas “low cost” fuerzan al resto de trabajadores a aceptar rebajas salariales. Pero, ¿se trata de vasos comunicantes, como necesita la hipótesis neoliberal de la convergencia global o más bien de vasos no comunicantes?

Arbitraje laboral durante la primera globalización 1870-1913

Durante la primera globalización los trabajadores acudían allí donde se instalaban las empresas. No eran las empresas las que salían a la caza de trabajadores flexibles.

Hace cien años, junto a la segunda revolución industrial, se produjeron un conjunto de cambios en la economía internacional que tendían a producir un solo mercado mundial de bienes y servicios, trabajo y capital. En el período de la primera globalización, el comercio internacional y la movilidad transfronteriza del capital (no había restricciones de ningún tipo) alcanzaron niveles que no se volverían a ver hasta mediados de la década de 1980. También se produjo una enorme migración de personas. La caída de los costos de transporte catalizó un vasto movimiento migratorio en busca de trabajo y mejores retribuciones. Unos 55 millones de europeos emigraron a América. Millones de trabajadores chinos e indios emigraron a América, Australia, Sudáfrica o a diferentes países de Asia (contratados para los sistemas de plantaciones de Ceilán, Burma, Las Indias Orientales Holandesas y Malasia).

En general y sobre todo en Europa Occidental, los trabajadores se movían libremente a través de las fronteras, y viajaban sin necesidad de pasaportes, permisos de residencia, o documentos de trabajo. Los salarios reales de los países de origen (oferta disminuyendo) tendieron a converger con los países de destino. En general se produjo una notable convergencia en los precios de los productos y factores, sobre todo en la zona de más intercambios: Europa del Norte, EEUU, Canadá, Australia, Brasil y Argentina.

Aunque se estaban incorporando nuevos sistemas de esclavismo (Charles Crocker de la Central Pacific Railroad, mediante el sistema de credit-ticket por el que se avanzaba el ticket del viaje a USA a cambio de la retención de parte del salario, subempleó a decenas de miles de inmigrantes chinos para la sangrienta construcción de su tramo del ferrocarril transcontinental) no resultaron lo suficientemente perfeccionados para llegar a ser significativos. La “deslocalización” y la subcontratación o externalización a gran escala aún no eran técnicamente posibles y las intentonas de importar sub-obreros enfrentaban la fuerte oposición de lo sindicatos obreros a que fueran empleados en las industria (los capitalistas norteamericanos hubieron de renunciar a la generalización del sistema del credit-ticket en la industria gracias a la presión sindical).

En general, durante la primera globalización los inmigrantes acababan sumándose a los autóctonos en su resistencia a la explotación capitalista.

Arbitraje laboral durante la segunda globalización


A diferencia de la primera globalización, durante la segunda globalización son las fábricas las que se mueven y se deslocalizan a la caza de trabajadores. Pero no buscan cualquier tipo de posibles empleados. Cientos de exploradores de recursos humanos constituyen sus avanzadillas que husmean y deambulan nerviosamente por todo el planeta en busca de prometedoras bolsas de trabajo flexible donde se concentran los trabajadores más desamparados del planeta.

El sistema del Hukou

El mayor hito de la segunda Globalización ha sido la abertura de China al capital monopolista internacional. Tras una fracasada etapa maoísta de capitalismo de estado atrasado frente al capital internacional, la burguesía compradora china, encarnada en la burocracia del partido comunista, optó por entregar definitivamente el territorio, su ecología y a buena parte de su fuerza laboral a las insaciables fauces del capital internacional.

Pero deslocalizar no consiste simplemente en trasladar las plantas de montaje al territorio chino. En un país que decía venir del “comunismo”, las multinacionales podían encontrarse de inmediato con protestas sindicales, huelgas, sentadas, manifestaciones, etc. Como una avanzadilla de la deslocalización, expertos en técnicas de “recursos humanos” desembarcaron en China para ilustrar a las autoridades del enorme potencial que ofrecía el Hukou.

Un Hukou es un registro que identifica oficialmente a una persona como residente de una zona e incluye información de identificación como nombre, padres, cónyuge, y fecha de nacimiento. Un hukou también puede referirse a un registro familiar en muchos contextos ya que el registro se emite por familia, y por lo general incluye los nacimientos, defunciones, matrimonios, divorcios y movimientos, de todos los miembros de la familia. Su origen viene de la antigua China (a menudo considerado como un sistema sui géneris de castas) y durante el maoísmo ya se utilizó para dividir a la clase obrera urbana con respecto a los trabajadores rurales.

Es de cajón que los márgenes de beneficio del capital guardan una estrecha relación directa con respecto a la división y a la falta de comunicación entre sus empleados y el Hukou podía reconvertirse en un potente instrumento de labour management neoliberal convirtiendo a millones de trabajadores chinos en inmigrantes dentro de su propio país (el equivalente a la casta de los “sin papeles” en Europa o EEUU). Los campesinos que iban a las ciudades en busca de trabajo quedarían atrapados en la tela de araña del Hukou neoliberal, como si de inmigrantes ilegales se tratara, discriminados y excluidos de la mayoría de derechos laborales y sociales de los residentes, lo cual permite tasas de explotación nunca soñadas por los bien pagados CEOs de las multinacionales recién instaladas en China.


El Hukou iba a convertir a 200 millones de chinos en nongmingong (ming gong mitad campesino, mitad obrero), inmigrantes dentro de su propio país, obligados a abandonar sus aldeas por la degradación medioambiental, la desposesión (la tierra sigue en manos del Estado corrupto) y la miseria. En los 1980s se crearon “zonas económicas especiales” en el sur y el este de China. Los obreros (en su mayoría mujeres) que iban a trabajar para las multinacionales en estas “zonas especiales” debían carecer de cualquier posibilidad de contacto con los trabajadores de fuera de las zonas. Sus salarios no debían cubrir siquiera el mínimo necesario para la "reproducción de la mano de obra" puesto que su reproducción tenía lugar en sus aldeas de origen.  Se trataba de verdaderos campos de concentración de la explotación, concebidos  y diseñados por los técnicos en recursos humanos de las grandes multinacionales, para extraer hasta la última gota de plusvalía de sus pobres empleadas, obligadas a trabajar en ambientes insalubres y contaminados y vivir en las precarias instalaciones y dormitorios de la compañía o en barrios de chabolas anexos donde quedaban expuestos a un trato abusivo. El elixir secreto del milagro económico chino ha sido la ignominiosamente científica explotación de los nongmingong junto a la  ignominiosamente científica explotación y degradación medioambiental, la quintaesencia de la segunda  globalización.

En los 1990s, tras el "éxito" del experimento en la "zonas económicas especiales", el capital multinacional se lanzó a la conquista de la plataforma continental. Pero las compañías transnacionales no avanzaban solas. Junto a ellas cabalgaba el Hukou, su gran aliado. El gobierno chino se apresuró a autorizar la compra de "permisos temporales de residencia urbana" por parte de los nongmingong para favorecer esta coordinación. Junto a las multinacionales, las ciudades y centros industriales se llenaron de nongmingong procedentes de las empobrecidas áreas rurales circundantes que quedaron atrapados en los márgenes de la galopante expansión industrial y urbana mientras sus patronos se instalaban en lujosas villas para altos funcionarios, ricos y expatriados occidentales. Sin el Hukou y la consiguiente explotación sin piedad  de los nongmingong nunca hubiera sido posible el fabuloso y descomunal boom industrial y urbanístico de los últimos 15 año.

Los nongmingong son institucionalmente inferior y socialmente marginados. Una ley de 1982 conocida como "custodia y repatriación" autoriza a la policía a detener a las personas, y "repatriarlas" a su lugar de residencia permanente. Algunos informes sobre ciertos centros de detención (incluyendo un informe oficial) indican que las condiciones de internamiento son peores que las cárceles o campos de reeducación (incluyendo golpizas y detenciones prolongadas sin juicio), y a menudo la policía utiliza el sistema como una forma de secuestro para extorsionar a las familias de los acusados.Su hukou rural les inhibe del acceso a los bienes y servicios estatales proporcionados o subvencionados por el Estado, como la sanidad, la vivienda, las pensiones y la educación de sus hijos (deben enviarlos a las escuelas de sus aldeas bajo el cuidado de sus abuelos o parientes y son ya 130 millones de niños los que han sido separados de esta manera de sus progenitores). Tal aislamiento social se presta a la discriminación, se les culpa de invasores y se les atribuyen una la larga lista de problemas como responsables de los atascos de tráfico, de la alta densidad de población y la delincuencia en general. El estereotipo de los nongmingong es que son “incultos, ignorantes, sucios, y también tienen más propensión a ser delincuentes". A diferencia de los inmigrantes en Europa o EEUU, que a la larga consiguen "los papeles", los nongmingong nunca pueden aspirar a la integración junto a sus compatriotas puesto que por definición y gracias de las multinacionales y al corrupto sistema de funcionarios  a sueldo, deberán seguir engrosando las filas de los parias de la globalización.

La tecnología ha hecho que sea más fácil de aplicar el sistema Hukou. Ahora la policía tiene una base de datos nacional de registros oficiales Hukou. Esto fue posible gracias a la informatización en la década de 1990, así como una mayor cooperación entre las distintas autoridades policiales regionales, y por supuesto, a la colaboración de los técnicos en recursos humanos de las grandes compañías transnacionales.

Las últimas reformas no han cambiado sustancialmente el sistema Hukou, lo que han hecho ha sido descentralizar los poderes del Hukou a los gobiernos locales. El sistema Hukou sigue activo hoy día y sigue contribuyendo a los enormes beneficios de Appel, Samsung, Adidas, Toyota, Microsoft y compañía.

El modelo Chongqing (2009-2011)


Entre 2009 y 2011 se experimentó en la provincia de Chongqing (32 millones de habitantes)
con un modelo alternativo al promovido por las multinacionales en el resto de China.

Chongqing

Uno de los pilares del modelo de Chongqing implicó una serie de políticas sociales igualitarias destinadas a reducir la brecha entre ricos y pobres, y la brecha rural-urbana. El núcleo del nuevo modelo social de Chonqging era "la prosperidad común" o el "PIB rojo". En contra de la propaganda del modelo neoliberal que plantea que de un pastel creciente caen migajas para todos, lo importante en Chongqing era el reparto equitativo del pastel más que su tamaño.

Se invirtieron 15.800 millones de $ en construcción de vivienda social para el uso de recién graduados universitarios, trabajadores migrantes y residentes de bajos ingresos.

De los 32 millones de habitantes, sólo el 27% tenían carnet (hukous) urbanos en 2007. El 16 de noviembre del 2010, se aprobó una ley que establecía la absoluta libertad de movimientos de los campesinos y su igualdad de derechos respecto a los residentes urbanos. De golpe, 3.220.000 nongmingong "sin papeles" de la ciudad de Chongqing pasaron a "tener papeles" con mejores salarios, derecho a pensión, vivienda social, alquileres sociales, pensiones de jubilación, derecho a la educación de sus hijos y sanidad pública.

Evidentemente, los monopolios y la corrupta burocracia china reaccionaron al unísono orquestando una sucia trama contra el modelo de Chongqing y su instigador, Bo Xilai, en la que participaron, curiosamente?, de mutuo acuerdo, los grandes medios monopolistas occidentales (Wall Street Journal, CNN, Financial Times, ... y los chinos) acusándolo de querer reimplantar la "revolución cultural", de corrupción y de asesinatos. Todas las leyes y avances sociales fueron rápidamente derogados y los nonmingong volvieron a quedarse sin papeles.

El sistema sumangali de Zara-Inditex


Desde sus inicios, explotando a modistillas informales gallegas y portuguesas según el putting out system (encargar el trabajo a la casa del obrero), Amancio advirtió que al moderno sistema just in time se le podía sacar mucho más jugo del que le secaban otros sectores.

 El mismo día que Zara anuncia beneficios de 928 millones, 
sus trabajadores en Camboya reclaman un salario de 177€ mes

La obsolescencia planificada en general consiste en planificar el diseño de bienes de consumo que se estropean o desgastan rápidamente tras su adquisición. Pero la quintaesencia de la obsolescencia planificada es conseguir que los consumidores aparquen sus bienes de consumo cuando aún son prácticamente nuevos. Esto puede conseguirse mediante la obsolescencia tecnológica practicada con tenacidad por Apple, Samsung y compañía, o mediante la obsolescencia impuesta por la moda.

La obsolescencia modal tenía tradicionalmente un tempo relativamente rápido acomodándose a la 4 estaciones con lo que la ropa en el armario de sus seguidores solía durar un año. Amancio se dio cuenta que a base de fiero putting out system y el empleo de galeotes modernos podía acelerar el  just in time estableciendo un ritmo infernal en el lado de la producción y una rapidísima obsolescencia modal, consiguiendo que su clientela se sintiera incómodo con lo que llevaba puesto en un lapso de unas pocas semanas.

El Just in time de Amancio Ortega

Acelerar de tal manera el ritmo del just in time implica una explotación sin piedad de la mano de obra. Enormes dosis de labour management en el sector más visible de la fuerza laboral (tiendas, centros de diseño, centros logísticos), pero sobre todo explotación inhumana de la base productiva.

Para conseguir estos niveles de abuso laboral, la explotación debe operar de forma encubierta, subcontratando y re-subcontratando (subcontratas no consentidas sic!) la mayoría de las etapas y fases del proceso productivo. Se trata de un «sistema de cascada" diseñado por Amancio Ortega y sus secuaces sin escrúpulos para acceder a trabajadores vulnerables susceptibles de los óptimos regímenes de explotación que requiere la buena marcha del negocio.


Así pues, los sabuesos  de zara-inditex más próximos a Amancio Ortega diseñan con ahínco encomiable complejas y opacas cadenas de suministro de mano de obra, variantes sofisticadas globalizadas del puting out system gallego, perfectamente camufladas para conseguir los máximos niveles de explotación disponibles en el planeta.

Su objetivo más codiciado son los millones de inmigrantes sin papeles que han caído en redes criminales de tráfico de personas sometidas a diversas formas de extorsión, esclavismo por deudas, etc. Instigados por Amancio Ortega y sus expertos en recursos humanos, estos subcontratistas pueden llegar a ser tremendamente creativos a la hora de diseñar perfeccionados sistemas de ultraexplotación.

 En Argentina Amancio Ortega subcontrataba secretamente pequeñas fábricas clandestinas de costura donde trabajaban y vivían explotados niños y adultos "bajo el sistema conocido como “cama caliente" en jornadas laborales de 13 horas que se extendían desde las 07.00 horas de la mañana hasta las 22.00 o 23.00, de lunes a viernes y sábados hasta el mediodía, de acuerdo a la denuncia presentada por asociación La Alameda ONG, una ONG dedicada a combatir el trabajo esclavo y la trata de personas. La mayoría de los empleados eran inmigrantes bolivianos sin papeles. "Estamos escuchando pacientemente todo lo que dice el señor Ortega porque está claro que el sistema de producción de Zara en Argentina es a través de talleres esclavos" afirmaba la ONG.

En agosto de 2011, el Ministerio de Trabajo de Brasil abrió actas de infracción de las normas laborales contra Zara-Inditex tras inspeccionar talleres clandestinos de Sao Paulo que fabricaban para uno de sus proveedores formales. Los trabajadores esclavizados por el sistema de deudas eran inmigrantes bolivianos y peruanos sometidos a condiciones equivalentes a la esclavitud.

Pero uno de los éxitos más glamorosos  de la fulgurante carrera del sagaz Amancio Ortega y de sus CEOs de Zara-Inditex fue el hallazgo (y la consecuente adaptación al just in time) del sumangali.

La palabra "sumangali" en tamil se refiere a una joven soltera convirtiéndose en una respetable mujer al contraer matrimonio. Por consiguiente, el truco es también conocido como " sistema de asistencia al matrimonio"

Este plan de empleo es sinónimo de trabajo forzoso, tal como se describe en ' Captured by Cotton”, un informe publicado por el Centro de Investigación sobre la Corporación Multinacional (SOMO) y el Comité de la India de los Países Bajos (ICN).


El informe incluye estudios de casos de cuatro grandes fabricantes. Estas empresas producen para las marcas Bestseller (Only, Jack & Jones), C & A, GAP, Diesel, Inditex (Zara), Marks & Spencer, Primark, Tommy Hilfiger, y muchas otras compañías europeas y estadounidenses de prendas de vestir.

Las chicas sumangali son reclutadas con la promesa de un salario decente, alojamiento confortable, y, la mayor atracción, una suma considerable de dinero (la dote) a la terminación de su contrato de tres años. El plan promete Rs. 30 000 a 50, 000 (420 a 700 €) a finales del tercer año de servicio, junto con los salarios diarios de alrededor de 50 rupias al día (0,7 €).

Las trabajadoras son reclutadas por traficantes intermediarios subcontratados que obtienen una comisión de hasta Rs. 2000 por niña. Buscan especialmente niñas o chicas pobres entre el grupo de edad de 13 y 18 en las comunidades de castas atrasadas y con poca calificación educativa.

Los especialistas en recursos humanos de Amancio Ortega y compañía se aseguraron de la “legalidad” del sistema del sumangali puesto que en el estado de Tamil Nadú no existe el salario mínimo.

En realidad, la suma prometida no es una ventaja, puesto que se compone de salarios retenidos inferiores al salario mínimo; sin embargo, esta suma es muy útil para pagar la dote, la pesadilla de los matrimonios arreglados en la India.

 
Pero la realidad está en agudo contraste con las seductoras promesas del sistema de contratación. Los salarios están por debajo del mínimo establecido legalmente, falta de pago de las múltiples e imprescindibles horas extraordinarias (just in time), limitada libertad de circulación, falta de privacidad, imposibilidad de presentar demandas o conseguir una reparación, condiciones de trabajo insalubres e inseguras y muchos más. La libertad de acción de las chicas está muy restringida con guardias encargados de mantener una vigilancia constante sobre ellas. A las trabajadoras solo se les permite hablar con sus padres por teléfono una vez al mes y siempre ante la presencia de un supervisor. Hay numerosas denuncias de chicas sometidas a torturas físicas y agresiones sexuales. Son obligadas a alojarse en dormitorios colectivos, a menudo dentro del recinto de la fábrica. Esto también significa que las trabajadoras apenas tienen la oportunidad de entrar en contacto con los sindicatos o grupos de defensa. Esta situación se ajusta a la definición de «peores formas de trabajo infantil» establecidas por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para niños de hasta 18 años, una clara violación de las normas internacionales del trabajo y la legislación laboral de la India.

Si la chica no aguanta el ritmo just in time impuesto por Zara y compañía, son despedidas sin derecho al sumangali aunque hayan estado empleadas más de dos años en la empresa. A menudo los despidos sin dote son a causa de falsos cargos. En un considerable número de casos documentados las niñas no han recibido siquiera a la suma global acreditada, a pesar de haber completado el período contractual de tres años.

.Globalización monopolista y sector informal


Hernando de Soto (consejero de gobiernos neoliberales): “Los micro emprendedores poseen el talento, el entusiasmo, y la sorprendente habilidad de conseguir un beneficio a partir de prácticamente nada, …, no son el problema sino la solución

Nicolás de Ligny :“Es posible implementar políticas públicas para fomentar la innovación en los sectores informales, que conlleven al aumento de la productividad y generen "spillovers" en la economía formal”.

La globalización monopolista permite la externalización de la mayoría de las etapas de la cadena de valor. La desregulación, la subcontratación y la sub-subcontratación conllevan el trasvase desde el trabajo formal al trabajo informal.

El sector informal, según la OIT, incluye todas aquellas actividades que no están reconocidas, que no quedan registradas, que no quedan protegidas y que no son reguladas por las autoridades públicas.

Flexibilidad e informalidad son cualidades neoliberales estrechamente relacionadas. Los capitalistas no están interesados en formalidad o informalidad per se, sino en minimizar costes.

Maximizar la flexibilidad “ad libitum” les permite doblegar la resistencia obrera, bajar salarios y trasladar los riesgos y los costes del ajuste a cualquier cambio en la demanda, sobre sus empleados. La flexibilidad se ha convertido en el elixir de los negocios, una adicción que precisa aumentos crecientes de las dosis hasta convertirla en una informalidad más o menos “regulada”.

Pero además, con la progresiva subcontratación y externalización monopolista, existe un verdadero “continuum” entre trabajo formal e informal en las cadenas de producción globales.

Las grandes multinacionales operan con un pequeño núcleo de empleados formales y una creciente “periferia” subcontratada, que opera en sintonía con el sector informal.

El crecimiento de la economía informal, a golpe de planes de ajuste del FMI, no ha sido un “efecto transitorio” o “secundario” de la globalización, sino que es una característica intrínseca del capitalismo monopolista neoliberal. El sistema es cada vez más excluyente y genera por doquier tasas ingentes de desempleo (legal) que fuerzan la alternativa ilegal, en un proceso acelerado de flexibilización/informalización del mercado laboral.

Desde hace 30 años, coincidiendo con la globalización monopolista, el sector informal no ha hecho más que crecer. Su buscamos en GOOGLE "crece el sector informal": 104.000 entradas. Si buscamos “disminuye el sector informal”: 175 resultados. En 1950, el 69,2% de los empleados urbanos de Latinoamérica trabajaban en el sector formal (70,2 en 1970). En 1998 la cifra había caído al 42,1%. En la actualidad el 44% de los barones argentinos, el 49% en Venezuela, el 62% en México, el 56% en Perú, … trabajan en el sector informal. En la India, el 83% de la población empleada trabaja en el sector informal con el 69% trabajando en empresas no registradas.

En 2002, un informe de la OIT constataba que “contrariamente a las predicciones (la hipótesis neoliberal de la convergencia global), la economía informal ha venido creciendo rápidamente en cada uno de los rincones del planeta, incluidos los países industrializados”…, “la mayoría de los segmentos de la economía informal tienen vínculos de producción, comercio o servicios, con la economía formal. Mujeres subcontratadas, forzadas a trabajar desde casa para grandes firmas multinacionales, trabajadores en talleres clandestinos produciendo zapatos y vestidos para marcas líderes al otro lado del planeta, los vendedores callejeros vendiendo a comisión para las grandes firmas, o incluso conserjes que limpian las oficinas de empresas formales bajo acuerdos informales de subcontrato.”

Gobiernos y sector informal


Hairy Arthurs (1998) “Por diversas razones – buenas, malas e indiferentes – la socialdemocracia, en este sentido genérico, ha caído en desgracia. Lo que tenemos en cambio es el Consenso de Washington; la ampliamente difundida creencia de que la libertad de empresa, la reducción de impuestos, la desregulación, las disparidades más extremas de riqueza y el aumento de la inseguridad y la exclusión social, de alguna manera van a producir resultados económicos positivos. Los países que adoptan estas políticas, se nos asegura, se harán más competitivos, atraerán más inversión, y generará más puestos de trabajo, al menos mientras sigan a pie juntilla el evangelio según San Mercado.”

A pesar de la definición, la expansión de la economía informal no significa “ausencia” del estado. Es el estado mismo, sometido al servicio de los monopolios, el que fomenta y facilita el crecimiento y la reproducción de la informalización.

El crecimiento de la economía informal no coincide “accidentalmente” con la globalización neoliberal, sino que es promovido sistemáticamente por ésta a través de los planes de estabilización y ajuste estructural instrumentados por las agencias internacionales y los estados sometidos a la ley de los monopolios.

Bajo la presión de la deslocalización y la crisis, los estados flexibilizan más y más el mercado laboral “formal”, de forma que la línea de separación con el mercado laboral “informal” se va haciendo más y más tenue y difusa. El temor a la explotación “informal” es un eficaz flexi-estimulante para bajar los salarios del menguante sector formal.

“Formal” e “informal” se mezclan y diluyen cada vez más en la práctica. El mismo vicepresidente de la patronal española, paga parte del salario a sus empleados “en sobres”. Las zonas francas de exportación (EPZs, maquiladoras, … ), son zonas “formales” que intentan reproducir las condiciones ilegales del sector informal, para que las grandes multinacionales acuden en tropel.
El árbitro está comprado.

La idea de arbitraje conlleva la de equidad e igualdad. Nada más próximo a la realidad cotidiana. La movilidad del capital de la segunda globalización no equilibra los sueldos sino que los rebaja en una espiral sin fondo. Tampoco equilibra las ganancias entre los capitalistas. Con la movilidad del capital los grandes monopolios se aseguran la mayor parte del pastel y las migajas quedan para el submundo de las subcontratas y el floreciente sector informal.

Las grandes multinacionales tienen el poder monopolista/monopsonista de manipular “los precios” de los inputs y los outputs de las “cadenas de valor”, haciendo convenientemente aparecer el máximo “valor añadido” y por consiguiente los beneficios, en ámbitos muy alejados de las cadenas de montaje. De esta forma se consigue que el “valor añadido” a un iPhone por el ensamblador chino, represente sólo el 3,6% del coste de producción del aparato y en cambio los CEOs de Apel en USA se atribuyan un "valor añadido" de escándalo.

Si la supuesta equiparación de sueldos/productividad tuviera algo que ver con la realidad, según esta “cadena de valor” de Apple, la deslocalización y la subcontratación no tendrían demasiada importancia (3,6% del coste total) en el cómputo del valor total y no haría ninguna falta tomarse la molestia de externalizar nada. La misma noción de “arbitraje laboral” carecería de sentido.

El árbitro está comprado.


Ps. Algunas perlas más sobre Zara Inditex:

  • La federación de ONG´s Setem en su campaña “Ropa Limpia” asegura que el 25% de los talleres clandestinos en Tánger (Marruecos) confeccionaban ropa para Inditex. Según Setem, "el trabajo infantil está generalizado. Niñas de entre 12 y 16 años ocupan puestos de última categoría, cortando hilos o transportando cajas de tela de una cadena a otra. Algunos niños cosen a máquina antes de los quince años”. Por otro lado, la emisión de un reportaje de la BBC sobre la fabricación de prendas de Zara en Bangladesh obligó a la compañía a cerrar sus talleres en ese país.
  • Ya en 2006, Inditex anunció que investigaría la supuesta utilización de niños para coser sus zapatos por una fábrica subcontratada en Portugal, tras la denuncia publicada por el semanario Expresso. La mencionada revista insertaba fotografías de niños de la zona rural de Felgueiras, en el norte de Portugal, una región muy afectada por el desempleo, que cosían en el interior de sus casas zapatos de la marca Zara. Nunca más se supo.
  • En los años de su despegue, Zara se sustentó en una serie de talleres semi clandestinos o del remate y acabado de prendas a destajo en cientos de hogares gallegos. La peor parte la llevaban los pequeños talleres, ya que se les imponía el sistema de producción, denominado "just in time".
  • Para saber más recomiendo que vean el reportaje de investigación emitido en el canal público France 2 sobre Inditex (Zara) y las subcontratas de sus proveedores a partir de un informe de la empresa del 2009. 
  •  Se trata de una trama compleja. Zara contrata a una empresa, que en realidad es una pantalla y subcontrata, a su vez, a un taller donde las condiciones de higiene y seguridad no existen, donde se trabaja hasta 12 horas diarias, donde muchos trabajadores duermen allí mismo, donde esos trabajadores provienen de las zonas más deprimidas de Argentina o de países vecinos como Bolivia, donde a veces se les retiene el sueldo con la excusa de que les será entregado cuando regresen a sus lugares de orígenes. La Alameda que considera que "Zara no puede sorprenderse por esta situación: encargaba miles de prendas a un proveedor oficial que sólo cuenta con 40 empleados, por lo que resultaba evidente en todo momento que el proveedor tercerizaba la producción".
  • A pesar de que el Código de Conducta de la empresa prohíbe terminantemente la esclavitud, tanto de manera interna como en las subcontratas.  Inditex alega que los cientos de talleres clandestinos repartidos por el mundo que han sido y son investigados por albergar a niños y familias enteras que trabajan en condiciones de esclavitud confeccionando prendas y calzado para Inditex son ajenos a su conocimiento y su gestión corporativa. Que en el reglamento de una empresa se prohíba la esclavitud infantil en términos tan claros, no deja de ser sorprendente en pleno siglo XXI.
  • Inditex multiplica por tres las exenciones fiscales este año (exenciones por doble imposición de dividendos y plusvalías). Inditex se aprovecha de la ley para librarse de pagar 900 millones de impuestos en España. Fuentes financieras argumentan que este aumento tan significativo de las exenciones fiscales por doble tributación puede deberse a que la matriz ha decidido extraer la caja de determinadas filiales y subirlas a la sociedad holding. Al pagar los dividendos y las plusvalías en el país donde está domiciliada la subsidiaria, ya no tiene obligación de volver a rendir cuentas en España, sede fiscal del grupo consolidado. Una operativa totalmente legal llevada a cabo por "uno de los mejores equipos de fiscalistas de España", según fuentes del sector.
  • Inditex no desvela qué empresas trabajan para ella ni en Bangladesh ni en ningún otro país. No publica ni el nombre de sus proveedores, ni cuáles son las condiciones de sus trabajadores subcontratados.
  •  Inditex creador de puestos de trabajo: “La radiografía del sector textil, más allá de Inditex es brutal. Hace unos anos Galicia estaba plagada de talleres que fabricaban para las grandes firmas, ahora cada semana podemos decir sin miedo a equivocarnos que cierra uno”, comenta Dolores Martínez, representante del sector textil en el sindicato CIG. Profesionales del sector comentan que “más allá de Inditex casi no quedan empresas en pié con todo lo que esto significó para Galicia”. Así, destacan que en breve comenzarán a aplicarse expedientes de regulación de empleo en empresas en su día punteras como Jealfer, en Boiro, que fabrica para Lacoste y Pertegaz y que en 2009 generaba unas 2.000 prendas al día y daba empleo a más de 100 personas. Otras de las firmas que estos días anunció el inicio de la tramitación de un ERE a sus empleados fue Mafecco, un grupo textil especializado en la confección de ropa de mujer que lleva más de 40 años funcionando en Arteixo (A Coruña). La empresa propone despedir a 42 de sus 78 empleados 
  •  La propuesta de Inditex a sus empleados es “formar parte de un equipo ganador, en un entorno dinámico e internacional, donde se valoran sus ideas y dependen de ellos mismos”. Además, la empresa fomenta la participación, el trabajo en equipo, el espíritu emprendedor y la creatividad, y evita las estructuras rígidas y los formalismos. Los empleados se sienten valorados, y parte importante de un proyecto de éxito. Inditex ha reforzado la auditoría de sus proveedores en países en desarrollo para evitar la contratación de menores y asegurar unas condiciones de trabajo aceptables, ha adoptado una política de reciclaje de residuos en todos sus establecimientos, o ha donado 6 millones de euros para la recuperación de las playas del litoral gallego tras el desastre ecológico provocado por el hundimiento del petrolero Prestige. 
  • Durante la presentación en Madrid de los resultados de Inditex en 2011, un periodista de la televisión pública francesa France 2 preguntó al presidente de la compañía, Pablo Isla, por qué permite el trabajo infantil en algunos de sus proveedores indios, y aseguró que la cadena emitirá en mayo un documental en el que supuestamente se demuestra que Inditex tolera la explotación de niños de 14 años. Isla respondió que esas preguntas eran "improcedentes" y estaban "fuera de lugar".
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3 comentarios:

Unknown dijo...

Lo que haces es periodismo de Investigación. Ya quisieran muchos periodistas escribir artículos tan documentados como los que escribes en tu blog. ¡ Enhorabuena !Lo difundiré, merece la pena que se conozca.

No pasará mucho tiempo, en que los actuales consumidore@s occidentales de ropa low cost de Inditex, pasen a ser sus esclavos en un futuro no muy lejano. La precariedad laboral que sufre toda Europa es imparable.

Me pregunta es: ¿ Cree que la actual precariedad laboral, hará desaparecer la progresiva deslocalización de empresas españolas, o incluso que empresas extranjeras se instalen en nuestro país aprovechando los sueldos de miseria que tenemos y la inoperancia de los Sindicatos ?

Gracias

Luisa Vicente

Crisis Capitalista dijo...

Evidentemente, en las actuales condiciones de capitalismo globalizado, las condiciones para conseguir relocalización y más puestos de trabajo son la profundización en las reformas laborales y la desregulación medioambiental. La precariedad, en un sentido amplio, guarda una relación directa con los "puestos de trabajo" que crea el capitalismo actual. Con más precaridad laboral y más precariedad medioambiental, evidentemente todo ello rebozado con fuertes dosis de precariedad democrática, tenemos la receta idónea para reducir el paro.

Unknown dijo...

Estos tinglados capitalistas me producen escalofríos. Si no los estuviera viviendo, creería que se trata de una película de ciencia ficción.

Espero tu próxima aportación con interés.